La comitiva que acompaña el féretro partirá hacia Onalua, ciudad natal de Lumumba, torturado, vejado y asesinado en 1961 en una conjura ejecutada por mercenarios de Bélgica, la potencia colonial de cuya dependencia quiso liberar a su país, la Central de Inteligencia estadounidense y separatistas katangueses.
El resto mortal del líder anticolonialista, un diente, fue entregado por la hija de un policía belga ya fallecido, que lo conservó durante décadas como trofeo de guerra, devenido centro de un proceso de arrepentimiento y redención de la exmetrópoli europea.
La reliquia recorrerá la RDC durante nueve días lapso al término del cual será depositado en un mausoleo en esta capital; el país observará tres días de luto nacional entre los días 27 y 30 del mes en curso.
Lumumba, nombrado Héroe Nacional de la RDC en 1966 en un gesto de cinismo de uno de sus asesinos, Joseph Kasavubu, murió con apenas 36 años cuando desempeñaba el cargo del primer gobierno independiente del exCongo Belga.
Aunque no alcanzó a ver materializados sus ideales, sus ideas prendieron y se concretaron en la independencia de las excolonias portuguesas y el fin de los regímenes racistas en Sudáfrica y la antigua Rhodesia del Sur, hoy Zimbabwe, hechos históricos que remodelaron la geografía política africana.
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