El oro al contado ganó 0,4 por ciento a mil 830 dólares por onza, tras tocar un mínimo de una semana de mil 816 dólares; en tanto, los futuros del metal precioso en Estados Unidos subieron a mil 830 dólares.
Las tasas más elevadas aumentan el costo de oportunidad de tener lingotes que no devengan intereses, y la postura agresiva de la Fed, junto con la fortaleza general del dólar, provocó que el oro se encamine a una caída semanal (conjunto) del 0,7 por ciento, sostienen expertos.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, señaló el compromiso del banco central para frenar la inflación, pero reconoció que unas tasas de interés más altas pueden hacer subir el desempleo.
En otros metales preciosos, el platino al contado ganó 0,2 por ciento a 908,50 dólares la onza, el paladio sumó 1,7 por ciento a mil 876 dólares, y la plata subió 1,2 por ciento a 21,19 dólares.
Por su parte, los precios del cobre registraron el viernes su mayor caída semanal en un año, con un descenso acumulado en torno al 6,5 por ciento.
Otros metales industriales también se desplomaron, pues el níquel bajó cerca de 13 puntos porcentuales en la semana, mientras el estaño se hundió 22 por ciento, su mayor desplome semanal desde al menos 2005.
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