Construido para unir la urbe con la montaña Isabel de Torres, la obra invita a contemplar este bello territorio del norte del país desde unos 800 metros de altura, al tiempo que cuenta también con múltiples áreas y espacios recreativos.
Orbe recorrió el lugar junto al gerente general, Carlos Atahualpa Paulino, quien mostró a este semanario el domo sobre el cual fue levantada la estatua de Cristo Redentor, hasta la cual conduce el teleférico de Puerto Plata.
En la cima de la elevación hay un hermoso parque de 15 hectáreas, con caminos transitables y ambientes apropiados para descansar, disfrutar de un almuerzo en familia o de un encuentro romántico.
Sobresalen el túnel y el puente de los enamorados con un corazón, puntos que las personas aprovechan para tomar fotos de recuerdos.
También están el túnel de las cayenas, los miradores, la cueva de los indígenas y una casa típica donde puede degustarse un buen café, elaborado a la antigua usanza.
Allí existen casi 600 especies de plantas y abundan aves como la cigua palmera, el guaraguao, el ruiseñor, el carrao, la paloma, el colibrí y el zumbador, entre otras.
Los anfitriones explicaron que el proyecto del teleférico comenzó bajo la supervisión de la Secretaría de Estado de Obras Públicas en junio de 1971 por orden del presidente de entonces, Joaquín Balaguer.
Consta de dos cabinas, unidas con dos cables que forman un circuito cerrado y dos estaciones, se inauguró el 19 de julio de 1975 y lleva cerca de un millón de viajes efectuados.
Su gerente subrayó que el año pasado la compañía colombiana Inteckno recertificó el sistema, luego de una avería ocurrida a inicios de 2021, cuando fue necesario evacuar a 32 personas atrapadas en medio del trayecto.
El suceso, que causó preocupación entre la población dominicana, fue el primer incidente en esa instalación, pero los ingenieros aseguraron que el nivel de seguridad existente cumple con las normas internaciones y tienen funcionando todos los protocolos para evitar accidentes.
(Tomado de Orbe)