El planeta pierde cada año –según estimados conservadores- alrededor de 10 millones de hectáreas de bosques, un tercio de ellos, un área del tamaño de Islandia, lo cual conllevaría a su desaparición entre 100 y 200 años, advierte la literatura especializada.
Los árboles liberan el oxígeno y transforman el dióxido de carbono (CO2) en biomasa, proceso que reduce el efecto invernadero, regulan los ciclos hidrológicos (contribuyen a evitar inundaciones) y previenen la erosión de los suelos, recuerdan expertos a propósito de la fecha.
Constituyen –subrayan- el hábitat de especies de plantas, aves, mamíferos, reptiles y anfibios, materia prima para la elaboración de medicinas, alimentos, papel, combustible (madera y carbón), fibras y otros elementos naturales como corcho, resinas y caucho.
Ocupan grandes extensiones en los trópicos, el resto en zonas templadas y boreales que alcanzan el 28,5 por ciento de la superficie terrestre, a excepción de la Antártida y Groelandia.
Existen más de 60 mil especies de árboles registradas, Europa y América del Sur tienen la mayor área forestal, seguidos de América del Norte y África.
Cerca del 78 por ciento de los bosques primarios fueron destruidos por la mano del hombre y el 22 restante se vio afectado por la extracción de madera, señalan organizaciones ecologistas.
Los gobiernos buscan sensibilizar cada 28 de junio sobre la importancia de la protección y conservación de estos ecosistemas, organizan siembra de árboles, limpieza de bosques, actividades de esparcimiento y de contacto con la naturaleza, jornadas educativas, entre otras acciones.
También, los Estados celebran aparte el día del árbol acorde con sus condiciones climáticas, cuando terminan los fríos, o el Caribe, donde apenas hay diferencias de temperatura entre verano e invierno, escoge el inicio del verano.
En 1840 Suecia fue la primera nación en celebrarlo, Chile estableció luego el 6 de julio, Bolivia el 1 de octubre y Cuba el 21 de junio, por citar algunos ejemplos.
El Día Internacional de los Bosques, avalado por la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, tiene lugar el 21 de marzo cada año, que coincide con la entrada de la primavera en el hemisferio norte y el otoño en el sur.
Todas estas jornadas sirven –al decir de los entendidos- para realzar el valor incalculable de los árboles, esos pulmones de la Tierra, fuente de vida, imprescindibles en el logro de un desarrollo sostenible.
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