Según la vicepresidenta de la nación centroamericana, Rosario Murillo, desde el domingo último se trabaja en la protección de todos los frentes, pues se estima que Bonnie podría penetrar por algún punto de la costa Caribe nicaragüense.
“Como conocemos estos fenómenos y sabemos que no se definen fácilmente, lo que nos corresponde es estar observando y en vigilancia permanente”, comunicó la vicemandataria.
Murillo aseguró que el gobierno Sandinista trabaja para garantizar la protección indispensable de la vida a las familias, y añadió que los lugares seguros deben estar establecidos y funcionando para la movilización de las personas.
El gobierno de Nicaragua a través de representantes de diferentes instituciones presentó a organismos internacionales y agencias de cooperación los preparativos de los planes ante la llegada del fenómeno climatológico.
La víspera, el Ejército nicaragüense coordinó el traslado aéreo y terrestre de tropas especializadas en búsqueda, salvamento y rescate hacia los municipios de Bluefields y Puerto Cabezas en la costa Caribe.
El último ciclón que azotó Nicaragua fue Iota en noviembre de 2020, el cual dejó severos daños materiales y la muerte de varias personas. car/ybv