Se trata de su segundo viaje a esa región administrativa especial, pues antes estuvo allí en 2017 también para celebrar la efeméride.
A su llegada el gobernante chino reafirmó el significado del principio “Un país, dos sistemas” que rige en Hong Kong para garantizar la prosperidad y estabilidad a largo plazo de la zona, un importante centro económico y financiero del mundo.
Según precisó, los hechos demuestran la fuerte vitalidad de esa política y el impacto en el bienestar de la población local.
“Mientras nos apeguemos a (la fórmula) Un país, dos sistemas, el futuro de Hong Kong será cada vez mejor”, apuntó Xi.
La región sureña este 1 de julio cumple 25 años de abandonar el dominio británico y reintegrarse a China como región administrativa especial, categoría también concedida a la vecina Macao.
Bajo ese estatus y la política “Un país, dos sistemas” que promueve Beijing para avanzar hacia la completa reunificación de su territorio, ambas zonas tienen autonomía para tomar decisiones con apego a la Ley Básica, como se denomina sus respectivas constituciones.
Desde su regreso Hong Kong se convirtió en una de las ciudades más dinámicas del mundo, pero ese prestigio en 2019 estuvo amenazado por protestas que estallaron en rechazo a una ley de extradición -ya muerta- y mutaron a exigir demandas políticas, sociales y económicas.
La persistencia y radicalización de las manifestaciones con niveles alarmantes de violencia y una elevada participación de jóvenes empujaron a la recesión, y el gobierno central de China denunció la injerencia extranjera y prometió borrar todo rastro de terror de allí.
Así conformó una legislación de seis capítulos y 66 artículos que entró en vigor en 2020 y busca reforzar la seguridad nacional en Hong Kong con énfasis en neutralizar la organización y ejecución de actos de terrorismo, secesión, subversión del poder del Estado y de intromisión foránea.
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