Draghi sostuvo a las 16:30 hora local una conversación con Conte, de la cual solo trascendió que ambos acordaron verse en la tarde del lunes en el Palacio Chigi, sede del Gobierno, según afirmó un portavoz en un reporte divulgado por medios informativos locales.
En declaraciones previas publicadas en el Corriere della Sera, La Repubblica, Il Messaggero y otros diarios de circulación nacional, el primer ministro desmintió los rumores sobre una presunta injerencia en asuntos internos del M5S, que generó el conflicto con su líder.
Conte calificó como “una grave intromisión” un supuesto comentario de Draghi al fundador del M5S, Beppe Grillo, sugiriendo apartarlo de su cargo.
El jueves último, en conferencia de prensa, el mandatario manifestó que en su coalición de gobierno es imprescindible la participación del M5S, pues “ha hecho una contribución importante y estoy seguro de que seguirá haciéndola”.
«Sigo siendo optimista, el gobierno no se arriesga porque el interés nacional es primordial en todas las fuerzas que lo apoyan”, agregó, y reafirmó que “estoy convencido de que seremos capaces de superar estos desafíos”.
Sin embargo, hasta el momento Conte ha optado por guardar silencio y mantiene en suspenso la futura permanencia de su movimiento en la alianza que sustenta a Draghi, ante lo cual algunos observadores consideran probable una ruptura.
Por estos días, según analistas, se fortalece dentro del M5S la posición a favor de la separación, a pocos meses de las elecciones generales de mayo de 2023 y luego de un positivo resultado de esa fuerza en los comicios municipales del 26 de junio último.
Además de ese movimiento, entre las formaciones nucleadas alrededor del equipo del primer ministro se encuentran Forza Italia, La Liga, el Partido Democrático (PD), Italia Viva, Artículo Uno y Juntos por el Futuro, lo que muestra un abanico de posiciones políticas, incluso contrapuestas.
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