«Quisiera recordarles una vez más las palabras del presidente (Vladimir Putin), de que las Fuerzas Armadas de Rusia no apuntan a objetivos e infraestructuras civiles en el transcurso de su operación militar especial”, recalcó el vocero presidencial en comparecencia de prensa. Asimismo, Peskov añadió que los efectivos rusos sí apuntan a depósitos de municiones, empresas que se dedican a la adaptación, reparación y almacenamiento de equipos bélicos, lugares de concentración, formación y adiestramiento de mercenarios, particularmente extranjeros, y elementos nacionalistas.
La Fiscalía de la provincia de Odesa, en el sur de Ucrania, publicó en esta jornada que al menos 19 civiles, entre ellos un niño de 11 años, fallecieron, y otras 38 personas, incluidos seis menores, fueron hospitalizadas como resultado de un ataque lanzado con misiles a un edificio residencial de nueve pisos y a una base de veraneo en el distrito de Bélgorod-Dniestrovski en la noche del jueves a este viernes.
Rusia inició el pasado 24 de febrero un operativo armado en Ucrania, luego que las autoridades de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk le solicitaran ayuda para repeler el aumento de la agresión y los intensos bombardeos por parte de Kiev.
Antes, Moscú reconoció la independencia y soberanía de ambos territorios y firmó tratados de amistad, cooperación y asistencia mutua con sus líderes, los cuales incluyeron el establecimiento de relaciones diplomáticas y la ayuda militar.
En su discurso para informar sobre el comienzo del operativo, el presidente ruso afirmó que el objetivo es proteger a la población de Donbass de los abusos y el genocidio de Kiev durante los últimos ocho años, además de “desmilitarizar” y “desnazificar” Ucrania.
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