«No hay dudas de que lo superaremos, podremos responder a nuevos desafíos de los países hostiles», declaró la senadora durante un intercambio con sus homólogos en la ciudad belarusa de Grodno.
Rusia, continuó Matvienko, está abierta a cooperar con otros Estados y tiene muchos países amistosos en Asia del Sur, América Latina, en el mundo árabe y en África, según reportó la agencia rusa de noticias Sputnik.
Asimismo subrayó que, en las condiciones de la presión sin precedentes, Moscú y Minsk encuentran nuevas posibilidades y desean «seguir adelante».
La jefa del Senado precisó que solo durante el año pasado el intercambio comercial entre ambos países creció en un 30 por ciento y alcanzó los 40 mil millones de dólares.
Según Matvienko, Moscú y Minsk tienen muchas posibilidades no utilizadas «al tener en cuenta el potencial de nuestros países».
Tras el inicio de la operación militar especial rusa en Ucrania numerosos países en su mayoría de Occidente activaron varias baterías de sanciones individuales y sectoriales con la intención de infligirle a la economía de la nación euroasiática el mayor daño posible, y así presionar a Moscú para detener las hostilidades, afectaciones que también llegaron a Belarús.
Según la base de datos Castellum.AI, Rusia es ahora el país más castigado por las medidas económicas, por delante de Irán, Siria, República Popular Democrática de Corea y Venezuela.
Desde mediados de febrero pasado se activaron más de siete mil 700 nuevas sanciones en su contra, en adición a las dos mil 754 que ya estaban en vigor.
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