En un artículo para los medios de comunicación africanos publicado en la página web de la cancillería rusa este viernes, el jefe de la diplomacia de la nación euroasiática valoró como África no avala las intenciones de Occidente de imponer su voluntad contra los Estados soberanos.
“Los socios africanos no aprueban los intentos descarados de Estados Unidos y sus satélites europeos de dictar su voluntad a todo el mundo y de imponer un modelo de orden mundial unipolar a la comunidad internacional», recalcó Lavrov.
Asimismo, llamó la atención sobre el hecho de que, a pesar de la presión externa sin precedentes, las naciones africanas no se sumaron a las sanciones antirrusas. «Una línea tan independiente merece un profundo respeto», enfatizó.
En ese sentido, denunció como las medidas occidentales impuestas a Rusia en los últimos meses agravan la difícil situación del mercado mundial de alimentos.
«Se sabe que ya en la época de la crisis de la pandemia de Covid-19, el Occidente colectivo, utilizando el mecanismo de emisión de moneda, desvió los flujos de productos básicos y alimentos, empeorando la situación de los países en desarrollo dependientes de las importaciones de alimentos”, recalcó el titular de Exteriores.
Al respecto, Lavrov detalló que a partir de ahí comenzó a perfilarse la difícil situación del mercado alimentario.
El ministro anteriormente denunció que la comunidad internacional puede repetir mil veces que estas medidas punitivas no afectan nada, no obstante, aseguró que impiden de manera significativa los suministros de la producción agrícola rusa, la cual ronda este año los 37 millones de toneladas de cereales y en el próximo serán unos 50 millones.
Tras el inicio de la operación militar especial rusa en Ucrania, el pasado 24 de febrero, numerosos países en su mayoría de Occidente activaron varias baterías de sanciones individuales y sectoriales con la intención de infligirle a la economía de la nación euroasiática el mayor daño posible, y así presionar a Moscú para detener las hostilidades.
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