Gusta a casi toda su gente y hasta escribieron canciones sobre este platillo, elaborado desde los años 1960 y 1970 en las ciudades costeras del este de la isla, en los alrededores de Batticaloa y Trincomalee, y concebido primero como un alimento barato para las clases más bajas.
Llegó incluso al sur de la India para convertirse en una de las pocas invenciones de Sri Lanka que influyeron en su vecino mayor, y no al revés.
Entre las razones que lo hacen tan especial, además del sabor, sobresale la teatralidad de su preparación:se amontonan los ingredientes en una plancha caliente y el cocinero los machaca de forma enérgica con dos grandes cuchillos metálicos, en una estruendosa banda sonora de “tings” y “clangs”.
Para su confección, originalmente se utilizaba el godamba roti (pan plano creado a partir de una simple mezcla de trigo integral, azúcar, sal y agua), pero a medida que se difundió por los hogares y establecimientos de alta cocina, el kottu roti comenzó a hacerse con otros tipos de hogazas.
Aunque no se tenga una plancha a mano, también es posible elaborarlo mediante la ayuda de un wok -sartén cuya forma cónica permite remover y saltear con facilidad- o un kadai.
Algunas variantes comienzan agregando un poco de aceite y cualquier elemento aromáticoo la salsa, y luego las verduras; otras lo hacen en orden inverso.
Dependiendo del pedido, se añaden las pastas, especias y carnes o huevo. Antes de la mezcla intensa, se incorpora el pan, que es cortado con antelación en trozos pequeños para poder aplastarlo mientras se ablanda y absorbe gran parte de los sabores. Por último, se trituran y pican todos los ingredientes juntos, y en lugar de los cuchillos, basta con presionar firmemente con el cucharón.
(Tomado de Orbe)