Los problemas allí son motivo de preocupación para nosotros debido a las relaciones de vecindad y los lazos vinculantes entre ambos países, afirmó el ministro egipcio de Relaciones Exteriores, Sameh Shoukry, en una conferencia de prensa junto a su homólogo austriaco, Alexander Schallenberg.
Al referirse a las recientes protestas en varias ciudades libias, estimó que es una señal de la insatisfacción popular.
Shoukry reiteró el respaldo de Egipto al diálogo nacional libio que se realiza con mediación de la ONU al tiempo que criticó el incumplimiento de los plazos del acuerdo para finalizar la crisis.
Las elecciones presidenciales de Libia debieron celebrarse en diciembre de 2021 pero se aplazaron debido a diferencias entre facciones rivales sobre las leyes relativas al proceso y la elegibilidad de los candidatos a la máxima magistratura.
El Cairo fue sede de varias rondas de conversaciones entre el Alto Consejo de Estado, con asiento en el oeste de Libia, y el Parlamento nacional, radicado en el este.
Ambas partes mantienen profundas diferencias y apoyan a gobiernos rivales, lo cual amenaza con fracturar al país.
Esa nación vive una espiral de violencia desde el derrocamiento y posterior asesinato de Muamar al Gadafi en 2011, luego de una guerra apoyada por miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
jf/rob