Javid y Sunak anunciaron sus dimisiones de forma casi simultánea a través de la red social Twitter, donde publicaron las cartas que enviaron al gobernante conservador, acosado por varios escándalos que podrían dar al traste con su gestión.
En su misiva, el titular de Salud dijo que perdió la confianza en Johnson, y que no podía seguir siendo parte de su gobierno y al mismo tiempo tener “la conciencia tranquila”.
Quizás no siempre hemos sido populares, pero si competentes a la hora de trabajar por el interés nacional, pero por desgracia, dadas las circunstancias, el público considera que no somos ni una cosa ni la otra, afirmó.
Sunak recordó, además, que el voto de confianza al que fue sometido el primer ministro el mes pasado demuestra que gran número diputados conservadores también tienen esa percepción.
Lamento tener que admitir que está claro que esta situación no cambiará bajo su liderazgo, y por lo tanto, usted también perdió mi confianza, remarco.
El ministro de Hacienda, quien hasta ahora se consideraba un hombre muy cercano a Johnson, también expuso razones similares a la de su colega al explicar su decisión.
La población tiene la expectativa legítima de un gobierno conducido de manera adecuada, competente y seria. Admito que este puede ser mi último cargo ministerial, pero pienso que estos son valores por los que vale la pena luchar y por eso renuncio, escribió Sunak.
La gota que rebasó la copa de ambos ministros, que se mantuvieron al lado de Johnson cuando el escándalo por las fiestas ilegales en la residencial del primer ministro durante la cuarentena por la pandemia, sería el manejo por parte de la oficina del primer ministro del más reciente escándalo sexual dentro de las filas conservadoras.
El despacho del gobernante se contradijo varias veces sobre el caso del diputado Chris Pincher, quien la semana renunció a su cargo de dirigente de la disciplina partidista dentro de la bancada conservador tras ser acusado de manosear a dos hombres en un club privado londinense.
En un inicio, los voceros de Johnson dijeron que este tuvo conocimiento de que existían quejas sobre la conducta sexual inapropiada de Pincher, pero decidió nombrarlo en el puesto en febrero pasado porque nunca hubo una denuncia formal en su contra.
Este martes, tras conocerse que desde 2019 hubo un reporte contra el legislador, el primer ministro tuvo que admitir en la televisión nacional que sí estaba al tanto del caso, y pidió disculpas por darle ese puesto.
En una primera reacción a las renuncias de los ministros de Salud y Hacienda, el líder del opositor Partido Laborista, Keir Starmer, dijo que son una señal clara de que el gobierno está colapsando después de tantos escándalos.
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