Medimos primero el impacto de las adversidades infantiles en los trastornos mentales durante la edad adulta, explicaron los autores, del español Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer y la universidad de Linköping en Suecia.
Al disminuir los contratiempos y abusos infantiles, además de bajar el estrés laboral luego, podemos impedir una parte «muy importante» de la variedad de afecciones que afectan el estado de ánimo, pensamiento y comportamiento, subrayaron.
Acompañados también por miembros del King’s College London, detallaron en el texto que reducir las adversidades infantiles evitaría uno de cada tres casos de esquizofrenia.
Con recortar los abusos en niños se librarían uno de cada seis casos de depresión y con más ejercicio físico uno de cada seis de Alzheimer, añadieron por otra parte.
La investigación demostró asimismo que disminuir los factores de riesgo metabólico evitaría uno de cada diez casos de depresión y sin sobrepeso antes y durante el embarazo desaparecería uno de cada 15 de autismo en los hijos.
Los expertos describen el estrés laboral como un grupo de reacciones emocionales, psicológicas, cognitivas y conductuales ante exigencias profesionales que sobrepasan los conocimientos y habilidades del trabajador para desempeñarse de forma óptima.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) relaciona sus riesgos directos con cardiopatías, trastornos digestivos, aumento de la tensión arterial y dolor de cabeza, trastornos músculo-esqueléticos.
Un estudio anterior de la Academia Americana de Neurología halló que las personas con trabajos demandantes y poco control sobre ellos tienen 58 por ciento más probabilidades de sufrir una isquemia y 22 más de hemorragia cerebral.
La OMS estimó que entre el 21 y 32 por ciento de casos de hipertensión en América Latina están relacionados con altas exigencias laborales y bajo control.
mem/znc