La cita posiciona en su cartel oficial a estrellas internacionales como Björk, Nick Cave and the Bad Seeds, Jeff Beck, Magma y Diana Ross, quienes evidencian la gran variedad de géneros y talentos.
Como novedad, el acento latino del evento estuvo a cargo del dúo mexicano Gabriela y Rodrigo, quienes regresaron ocho años después para protagonizar el concierto de guitarra clásico aclamado por su excelencia técnica y virtuosismo.
Asimismo, el colombiano Juanes confirmó que la música latina cobra fuerza en Europa al conquistar aplausos en el certamen acompañado por su banda.
Este año, el evento despliega una programación de 500 recitales en 13 escenarios con realce para el auditorio Stravisky, que acoge a cuatro mil espectadores.
Hasta el 16 de julio, la pequeña ciudad turística también reserva conciertos en el Montreux Lab, con capacidad para unos dos mil visitantes.
Los festivales en pequeñas salas o sin un concepto bien definido tienen más dificultades para que el público regrese, explicó Matthieu Jaton, director del evento, que busca adaptar su concepto ante el impacto de la pandemia.
Jaton aludió a la libertad artística del Festival al reconocer que los artistas pueden desplegar su creatividad y “si quieren tocar dos horas, perfecto, si quieren cuatro, no hay problema.”
Desde su fundación hace 56 años, el Festival de Jazz Montreux ofrece una programación gratuita con conservatorios, películas y presentaciones de libros, en tanto, sus seis escenarios han servido de trampolín a artistas emergentes.
Considerado uno de los más importantes de su tipo, la cita musical recibió a figuras de la talla de Miles Davis, Prince, David Bowie y Astor Piazzolla.
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