Los productos químicos de los medicamentos recetados y de venta libre se liberan al medio ambiente durante su fabricación, uso y eliminación, especialmente en las aguas superficiales, describieron los autores en un artículo.
La industria produjo en concentraciones por encima de lo que se considera seguro 23 ingredientes farmacológicos, incluidos compuestos de antidepresivos, antimicrobianos, antihistamínicos, benzodiacepinas, analgésicos y otras clases, señalaron.
«Esta es la primera evaluación verdaderamente global de los impactos de productos farmacéuticos individuales y sus mezclas en los sistemas fluviales», expresó Alejandra Bouzas-Monroy, estudiante de doctorado en la Universidad de York.
Nuestros hallazgos muestran que una proporción muy alta de ríos en todo el planeta están amenazados por la contaminación farmacéutica, añadió la experta, quien intervino en la elaboración del texto.
Por lo tanto, enfatizó, deberíamos estar haciendo mucho más para reducir las emisiones de estas sustancias al medio ambiente.
Los participantes evaluaron mil 52 sitios en 104 países para ampliar su hipótesis de que la contaminación farmacéutica daña la salud de los ríos y constituye un problema internacional.
Este fenónemo puntual es poco tratado, pero la literatura evidenció antes como principales elementos dentro de estos afluentes las bacterias, virus, parásitos, fertilizantes, pesticidas, nitratos, fosfatos, plásticos, desechos fecales y hasta sustancias radiactivas.
Datos oficiales dan cuenta que alrededor del 75 por ciento de la polución marina del orbe es producto de las actividades humanas que tienen lugar en la superficie terrestre y los ríos transportan un 90 de los contaminantes.
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