Según datos del Buró Nacional de Estadísticas, de manera general el valor de los alimentos cayó 1,6 puntos, pero la carne de cerdo –la de mayor consumo en el país- ascendió 2,9.
En el caso específico de ese producto, el incremento obedeció al acaparamiento y la renuencia a vender por parte de algunos agricultores, así como al aumento de la demanda de los consumidores.
Los artículos no alimenticios se expandieron 2,5 por ciento, en tanto la gasolina, el diésel y las tarifas aéreas aumentaron 36,4; 33,6 y 28,1; respectivamente.
Además, la inflación mayorista en el sector industrial avanzó 6,1 por ciento y el dato fue inferior al de mayo gracias a las medidas para frenar el encarecimiento de las materias primas y la energía.
Desde marzo pasado el Buró alertó que la inflación podría dispararse por encima de los dos puntos, pues el país sigue bajo el asedio de frecuentes rebrotes de la Covid-19 y varios sectores socioeconómicos todavía sufren interrupciones.
Para el presente año China se plantea cerrar ese indicador en alrededor de tres puntos.
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