Tales crímenes ocurrieron a principios de junio en la tierra indígena Valle de Javari, en la norteña región de la Amazonia.
La Policía Federal (PF) detuvo in fraganti a Colombia por uso de documentos falsos al ser escuchado en la comisaría del municipio amazónico de Tabatinga sobre presunta participación en los asesinatos.
Pese a negar su participación en los hechos de sangre, una de las líneas de investigación de la PF es que Colombia, quien también sería un traficante de drogas, compra pescado ilegal a delincuentes de la zona.
Como la pena del delito de uso de documentos falsos es superior a cuatro años, el peruano no podrá ser liberado por pago de fianza y la PF tiene la intención de solicitar su detención temporal para que pueda profundizar las investigaciones.
Phillips, colaborador del diario The Guardian, y Araújo desaparecieron cuando hacían una expedición para una investigación en Valle del Javari.
Fueron vistos por última vez el 5 de junio, cuando pasaban en una embarcación por la comunidad de San Rafael. Desde allí, se dirigían a Atalaia do Norte. El viaje de 72 kilómetros debía durar solo dos horas, pero nunca llegaron a su destino.
Los despojos de ambos aparecieron el 15 de junio en un área señalada por el pescador detenido Amarildo da Costa Oliveira, conocido como Pelado, quien confesó haber enterrado los cadáveres en una zona próxima a Atalaia do Norte, en un remoto bosque a orillas del río Itacoaí.
El 24 de junio el cuerpo del indigenista fue cremado en el estado de Pernambuco (nordeste), en un doloroso ambiente marcado por oraciones y rituales indígenas.
Dos días después se celebró el funeral y la cremación de los despojos de Phillips en un cementerio de la ciudad de Río de Janeiro.
El Parlamento Europeo aprobó el jueves una resolución condenando los asesinatos.
«Los eurodiputados condenan enérgicamente el brutal asesinato de defensores del medio ambiente y de los derechos humanos, así como de indígenas en Brasil, más recientemente el asesinato del periodista británico Dom Phillips y del activista brasileño Bruno Pereira», indica una nota del órgano.
Pide a «las autoridades brasileñas que realicen una investigación exhaustiva, imparcial e independiente sobre estos asesinatos y garanticen que ellos cumplan íntegramente el debido proceso en todo momento».
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