El Eid-ul-Azha, una de las mayores fiestas religiosas de los musulmanes, se celebra este domingo con la debida solemnidad, sentido del sacrificio y fervor religioso en medio de la pandemia de Covid-19 por segundo año consecutivo.
La festividad se celebra en el décimo día del mes de Zilhajj del calendario Hizri ya que en esa fecha el profeta Ibrahim, hace unos cuatro mil 500 años, ofreció sacrificar a su amado hijo Hazrat Ismail, que se sometió voluntariamente a la voluntad de su padre para complacer a Alá.
Pero el Todopoderoso perdonó a Hazrat Ismail y en su lugar envió un carnero para ser sacrificado y por ello los musulmanes de todo el mundo sacrifican animales inspirándose en ese ejemplo.
Las celebraciones de este domingo comenzaron con congregaciones en todo el país, seguidas del sacrificio de cabezas de ganado.
Millones de devotos ofrecieron por la mañana oraciones en mezquitas y eidgahs para pedir las bendiciones divinas, la paz y el progreso del país, así como para librarse de la enfermedad contagiosa y también rezaron por el fin de los sufrimientos de las personas afectadas por las inundaciones.
El presidente M Abdul Hamid y la primera ministra Sheikh Hasina emitieron mensajes por separado, saludando a los musulmanes de Bangladesh y de todo el mundo con motivo del Eid-ul-Azha, reflejó el diario Dhaka Tribune.
Se tomaron medidas de seguridad adecuadas para que la celebración sea pacífica y sin contratiempos y las fuerzas del orden fueron ordenadas para garantizar una circulación fluida de los vehículos en las carreteras, las vías navegables y las rutas ferroviarias.
La televisión estatal y otros canales de televisión y emisoras de radio emiten programas especiales por la fecha y se sirven dietas mejoradas a los internos de los hospitales públicos, las prisiones, los orfanatos y los centros de acogida.
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