Durante su discurso, dedicado al Día del Recuerdo de las víctimas del genocidio cometido por los nacionalistas ucranianos contra los ciudadanos polacos hace 79 años, el mandatario recordó que este es siempre un momento difícil para su país.
Este es un hecho histórico, innegable, no es una ficción ni un cuento, no es una leyenda, y la verdad debe ser escuchada, afirmó.
Según él, el hecho requiere de una declaración firme de la verdad, la cual para los ucranianos podría ser difícil, porque es muy vergonzosa.
Durante la Segunda Guerra Mundial, en febrero de 1943, los nacionalistas ucranianos lanzaron una acción para exterminar a la población polaca de Volinia.
Las operaciones punitivas alcanzaron su clímax el 11 de julio de 1943, cuando los destacamentos nazis ucranianos atacaron unos 100 asentamientos polacos, donde las víctimas fueron principalmente mujeres, niños y ancianos.
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