Biden, que se encuentra en el Air Force One camino a Tel Aviv, declaró el fin de semana en el diario The Washington Post que su viaje pretende «contrarrestar la agresión de Rusia», «superar» a China y conseguir «mayor estabilidad en la región».
Su asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, ratificó esos motivos al afirmar este martes que el mandatario aspira, entre otros propósitos, a profundizar la integración de Israel en la región, proporcionar apoyo material al pueblo palestino, así como promover seguridad energética y alimentaria.
Sin embargo, desde Ramala denuncian que el verdadero objetivo de la Casa Blanca es fortalecer las tendencias sectarias, étnicas y separatistas en la zona y transformar a Israel en un estado imperialista que constituya el centro tecnológico y armamentístico de la región.
Así lo afirmó a la agencia de noticias palestina Maan el periodista Abraham Abrash, para quien el interés estadounidense en el área continúa latente por su ubicación estratégica y su riqueza en gas y petróleo.
El movimiento de Washington se produce en un momento en que la fuerza y la credibilidad de Estados Unidos disminuyen a nivel internacional, incluso ante sus aliados árabes, por lo que no es fácil para la administración Biden imponer su visión, subrayó Abrash.
El mandatario arribará este miércoles a Israel en su primera visita a la zona desde su llegada al poder en enero de 2021 y luego se trasladará a Cisjordania para entrevistarse con el presidente palestino, Mahmud Abbas.
Posteriormente se dirigirá a Arabia Saudita, donde participará en la Cumbre del Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico, a la que asistirán como invitados también los dirigentes de Jordania, Egipto e Iraq.
El anuncio del viaje generó críticas dado que cuando aún era candidato presidencial, Biden prometió convertir a Arabia Saudita en un «paria» en la arena internacional debido a la presunta implicación del príncipe saudita en el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en 2018.
No obstante, con la crisis doméstica de precios e inflación, parece estar alejándose de su promesa de campaña y ahora la Casa Blanca espera pasar la página en función de sus intereses nacionales, comentó la cadena CNN.
Para Irán, el viaje de Biden tiene entre sus planes ocultos la formación de una alianza militar regional contra Teherán, recalcó la televisora Hispantv.
La revista Foreign Policy resaltó que el mandatario norteamericano buscará transmitir a sus socios que Estados Unidos sigue comprometido con la estabilidad y la seguridad de la región, pero “casi nadie le creerá” teniendo en cuenta el pasado reciente belicista de Washington en el área.
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