Según la investigación realizada por la cadena pública del Reino Unido, informes militares en su poder sugieren que una unidad de esa fuerza militar de élite estaría involucrada en al menos 54 muertes ilegales en un periodo de seis meses.
La BBC alega que estudió cientos de páginas sobre más de una docena de operaciones de “muerte o captura” realizadas por un escuadrón de la SAS en la provincia afgana de Helmand entre 2010 y 2011.
También cita testimonios de militares británicos que dijeron haber visto a los comandos especiales matar a personas desarmadas durante las redadas nocturnas, y luego colocar armas en el lugar para justificar los asesinatos.
La cadena pública británica refirió además que tuvo acceso a correos electrónicos internos en los que los oficiales reaccionan con incredulidad ante la cantidad de informes en los que escuadrón asegura que los soldados mataron en defensa propia.
Debe ser la décima vez en las últimas dos semanas que el escuadrón ordena a un detenido entrar a un edificio, y este reaparece con un AK, refiere uno de los textos citados.
De acuerdo con la BBC, el general Mark Carleton-Smith, quien fue jefe de las fuerzas especiales británicas, y luego estuvo al frente del Ejército hasta su retiro el mes pasado, fue informado de las supuestas muertes ilegales, pero no compartió las pruebas con la Policía Militar, ni siquiera cuando esta comenzó a investigar al escuadrón de las SAS en 2013.
El ministerio de Defensa se rehusó a comentar la acusación hecha por el medio de prensa, pero aseguró que las tropas británicas sirvieron con valentía y profesionalismo en Afganistán.
El Reino Unido invadió el país centroasiático en 2001, como parte de la cruzada contra el terrorismo que lideró Estados Unidos tras los ataques del 11 de septiembre contra las Torres Gemelas de Nueva York.
Hasta su retirada en agosto de 2021, cuando el movimiennto islámico talibán recuperó el poder, el Ejército británico tuvo 451 bajas en territorio afgano.
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