De acuerdo con la entidad de Naciones Unidas, el 48 por ciento del total de casos probables se notificó en Europa, donde 21 países reportaron una cifra de 484, con el 27 por ciento (272) pertenecientes a Reino Unido e Irlanda del Norte.
La región de Las Américas se ubica a continuación en el número de afectados, a la que le siguen el Pacífico Occidental, Asia Sudoriental y el Mediterráneo Oriental.
Desde el último reporte de la OMS, emitido el pasado 24 de junio, se recibieron reportes de 90 nuevos casos y cuatro muertes.
Con el objetivo de entender el origen de la dolencia, la entidad diseñó una encuesta global con la que espera contrastar la incidencia del padecimiento frente a los datos reportados durante el último lustro.
Alertó el organismo acerca de la posibilidad de que exista una cantidad mayor de enfermos, pues los limitados sistemas de vigilancia existentes podrían estar dificultando su detección.
Hasta la fecha, la OMS desconoce el motivo desencadenante de la afección experimentada únicamente en infantes.
La gravedad de los casos vistos actualmente es superior a lo que se espera en pacientes con hepatitis aguda y algunos de los niños aquejados presentan insuficiencia hepática, necesitan cuidados intensivos y trasplantes de hígado, y otros han muerto, reveló la organización.
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