A su llegada al aeropuerto internacional Ben Gurion, en las inmediaciones de esta capital, el mandatario afirmó que con su visita “fortaleceremos nuestro compromiso inquebrantable de garantizar la seguridad de Israel”.
La conexión entre los pueblos israelíes y estadounidense crece y es muy profunda, apuntó el gobernante durante la ceremonia de bienvenida.
En ese sentido, prometió trabajar para lograr la integración de este país con las naciones árabes de Oriente Medio.
Biden arribó esta tarde a Israel en su primera escalada de una gira por la región, que tiene como objetivo abordar asuntos de seguridad, Irán y el aumento de la producción petrolera.
Los medios de prensa árabes coinciden en afirmar que el tema palestino está en un segundo plano en la agenda del presidente, quien fue recibido por su homólogo israelí, Issac Herzog, el primer ministro, Yair Lapid, y por su antecesor y socio en la coalición gobernante, Naftali Bennett.
Al gobernante lo acompañan el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, y el asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan.
Lapid afirmó que las conversaciones bilaterales estarán centradas en Irán, en medio de crecientes amenazas de esta nación levantina de atacar las instalaciones nucleares del país persa.
Como parte de su gira a Oriente Medio, la primera desde que asumió el cargo en enero de 2021, Biden se trasladará a la ciudad cisjordana de Ramala, sede de la Autoridad Nacional Palestina, donde será recibido por su par Mahmud Abbas.
Nabil Amr, asesor de Abbas, se mostró escéptico sobre los resultados de la visita debido al apoyo histórico de Washington a su aliado.
“No esperamos un cálido abrazo como el que Biden dará a los israelíes”, expresó este miércoles Amr en declaraciones al portal noticioso Ynet.
Tras entrevistarse con Abbas el presidente norteamericano retornará a Israel para salir rumbo a Arabia Saudita.
En ese país árabe participará en la Cumbre del Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico, a la que asistirán como invitados también los dirigentes de Jordania, Egipto e Iraq.
Washington presiona a las monarquías de la península arábiga para elevar la producción de crudo ante la crisis derivada de las sanciones estadounidenses y europeas contra Rusia por el conflicto en Ucrania.
Las medidas punitivas contra el gigante euroasiático dispararon los precios del gas y del crudo, lo cual amenaza a la economía global.
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