Según el líder del Partido de los Trabajadores (PT) en esa asamblea, Paulo Rocha, uno de los articuladores de la cita, la intención resultó una «conversación institucional» entre el exdirigente obrero y Pacheco.
Fue más en torno a las inquietudes de Lula, quien «planteó la preocupación con el proceso electoral, pero también sobre el funcionamiento de las instituciones, el papel de las Fuerzas Armadas, del Supremo, del Senado», señaló Rocha.
Aseveró que el precandidato presidencial del PT recalcó mucho en eso, «en el funcionamiento de las instituciones».
De acuerdo con el parlamentario, Pacheco se comprometió a «hacer funcionar las elecciones con el debido proceso democrático».
La bancada del PT en el Senado trabajó desde abril para programar la reunión.
El líder de la minoría en el Senado, Jean Paul Prates, apuntó, por su parte, que Pacheco evaluó medidas para evitar que casos de violencia política crezcan durante el proceso electoral y narrativas sobre un seudofraude en las elecciones, no prosperen.
Hasta la fecha, el timonel del Senado guarda silencio sobre qué candidato apoyará en la contienda de octubre.
En el estado de Minas Gerais (sudeste), por el cual el senador fue elegido, el Partido Social Demócrata cerró una alianza con el PT, que apoyará la aspiración del exalcalde de Belo Horizonte Alexandre Kalil al gobierno de la división territorial.
Conforme al acuerdo, el PT también apoyará la candidatura de Alexandre Silveira, aliado de Pacheco, para su reelección en el Senado.
Prates aclaró que el exgobernante y el congresista no abordaron temas de alianzas y disputas regionales.
«Veo como un encuentro natural, institucional e importante para la demostración de que las instituciones en este país conversan, dialogan. Pueden no converger siempre, pero que hay un ambiente de diálogo y de mucho respeto mutuo entre todos», afirmó Pacheco antes del diálogo con Lula.
En la misma jornada, el expresidente tuvo un intercambio de opiniones con artistas y trabajadores de la cultura del Distrito Federal, y defendió la valorización del sector y reforzó la idea de volver a crear el Ministerio de Cultura.
Para Lula, diversos obstáculos para el desarrollo de una cultura brasileña venida del pueblo forman parte de la historia de la nación.
Uno de los ejemplos citados por él fue el hecho de que Brasil fue el último país del continente en tener una universidad, en 1920, mientras que Perú tuvo su primera ya en 1554.
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