Para el director de Gremio Cine, Daniel Fernández Capp, el cambio de institucionalidad en el sector audiovisual con la creación del Instituto nacional busca derogar la mayoría de los artículos de la “Ley de cine” de 2008.
Fue con esa citada legislación que se creó el Instituto de Cine Audiovisual (ICAU) y Fondo de Fomento Cinematográfico y Audiovisual, para darle paso a una nueva institucionalidad que tiene como objetivo “complementar mejor con la industria”.
De acuerdo con la propuesta que presentó hacia días el Poder Ejecutivo, la nueva agencia funcionaría en la órbita del Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) y no en la del Ministerio de Cultura como el ICAU.
Una de las razones de fuertes críticas fue la falta de consultas a la mayoría de las gremiales para introducir un cambio profundo en la matriz fue no haber consultado al sector y empaquetar el proyecto en una legislación ómnibus, mediante la modificación de artículos, lo cual según los críticos es una torpeza y una parodia democrática.
Otra de las preocupaciones reiteradas refiere a que no está explícito dónde irán a parar los funcionarios del ICAU» y cineastas y productores despedidos, y preguntan cómo serán asignados los fondos de la nueva agencia, algo que tampoco está claro en la Rendición de Cuentas.
Sus críticos aseguraron que la nueva institucionalidad motivará un vuelco hacia el cine industrial, de los servicios de producción y de plataformas como Amazon y Netflix «que no vienen a contar nuestras historias».
«Pensar que Uruguay puede ser un país de servicios de producción, sin cine nacional, es una burrada, el cine de autor, que el país debe fomentar e impulsar, lo va a tener en menor cantidad», sentenció Fernández Capp.
rgh/hr