Este lunes, la cancillería informó sobre la repatriación en las últimas horas de los restos de las hermanas Manuela y Carla Carac Tambriz, de 19 y 24 años, respectivamente, quienes fallecieron entre el 18 y 19 de julio.
Las jóvenes perdieron la vida en su intento de ingresar de manera irregular a Estados Unidos y hoy sus restos serán velados y enterrados en Nahualá, a unos 150 kilómetros al oeste de esta capital.
De ese mismo lugar eran tres menores de edad, quienes perdieron la vida asfixiados en un camión en San Antonio, Texas, Estados Unidos, el 28 de junio, en una de las tragedias de migrantes de más repercusión internacional en las últimas semanas por involucrar a 50 personas, 21 de ellas, guatemaltecos.
Desde el pasado viernes, varias comunidades de Nahualá no paran de llorar a sus muertos junto a las familias de los niños Melvin Guachiac (13 años), Juan Wilmer Tulul (14 años) y Jhony Tziquin, (17 años).
Estos últimos vivían en la aldea Tzcubal, la cual se preparó extrañamente para recibirlos como si estuvieran vivos con globos, fotos y carteles de «Bienvenidos».
En el caso de Tziquin, su féretro hizo un recorrido por Tzucubal, aldea que una parte está en Nahualá y la otra en Santa Catarina Ixtahuacán, ambos municipios enfrentados históricamente por un conflicto de tierras.
Y Tulul tuvo una misa en la escuela secundaria donde estudiaba y era muy querido por amigos, entre ellos, Juan Wilmer, pues vivía a pocas cuadras y ambos jugaban juntos.
Según reseñaron medios de prensa, la solidaridad no les faltó a las familias como tampoco los lamentos por la partida prematura de los adolescentes, quienes se lanzaron solos a la difícil travesía.
Sin embargo, pareciera que en esas comunidades del altiplano ya existe cierta resignación ante tantas pérdidas.
Apenas el viernes enterraron a Guachiac y este lunes se preparan para recibir a las hermanas Carac Tambriz y sepultar a Tulul y Tziquin.
De acuerdo con estimados, este país expulsa cada año hasta 300 mil guatemaltecos, víctimas de la pobreza (más del 50 por ciento de la población), la violencia y la falta de oportunidades.
Unos logran su objetivo, otros se quedan a medio camino y muchos pagan con su vida lo que consideran «el sueño americano».
En 2021, el Ministerio de Relaciones Exteriores asistió a las familias de 305 migrantes fallecidos y ocho en situación de vulnerabilidad.
Ese mismo año, el 9 de diciembre, 40 connacionales resultaron muertos cuando un tráiler donde viajaban junto a 60 personas se volcó en Chiapas, México.
Por su parte, el Instituto Nacional de Migración de México contabiliza 21 mil 954 guatemaltecos interceptados desde enero a abril de este año.
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