Del total de occisos, 65 eran hombres jóvenes que recibieron disparos o resultaron lesionados con arma blanca, declaró el ministro de Salud, Gamal Nasser El Sayed.
El titular de esa cartera también expresó que muchos de los heridos tuvieron que ser trasladados a hospitales fuera de Nilo de Azul, ya que en ese territorio “es escaso el nivel de los servicios médicos”.
Diversas fuentes señalaron que para contener la oleada de violencia, de la cual son protagonistas los grupos étnicos Hausa y Birta, en las ciudades de Ed Damazin y El Roseries las autoridades desplegaron un elevado número de efectivos militares y policiales.
Tras llamar al cese de los ataques contra personas y propiedades, el Comandante de las Fuerzas Armadas de Sudán y líder de la gobernante Junta Militar, general Abdel Fattah al-Burhan, llamó a las partes en conflicto por el control de tierras fértiles a lograr la paz entre ellas.
Analistas consideran que los choques intercomunales se agudizaron en este territorio del norte de África, como consecuencia del golpe de estado militar ocurrido el pasado 25 de octubre.
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