El ministro de Asuntos Exteriores irlandés, Simon Coveney, sostuvo que la medida «ayudará a proteger a los ucranianos y a los de otras nacionalidades que huyen del conflicto, pues disminuirá la incidencia del abuso de este sistema».
El anunció se conoció en un comunicado en un contexto en el que Irlanda alberga ya a más de 43 mil ucranianos, y las autoridades expresan la cada vez mayor escasez de alojamiento.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) denunció en reiteradas ocasiones las devoluciones forzadas y la violencia contra indocumentados en las fronteras terrestres y marítimas de la Unión Europea (UE).
Pese a constantes llamados de organizaciones humanitarias, de los derechos humanos, e incluso, desde las propias instituciones del bloque integracionista, el tema de la migración responsable es hoy una asignatura pendiente para el ente comunitario, según analistas.
Sin embargo, el Gobierno irlandés aseguró que quiere cumplir con sus obligaciones, pero hay una serie de «patrones» que deben abordarse antes.
Deberemos endurecer los requisitos «para garantizar que aquellos que más necesitan nuestra ayuda la obtengan», señaló, de acuerdo con el diario Irish Examiner.
De igual forma, la ministra de Justicia, Helen McEntee, manifestó que dicha medida no se ha decidido «a la ligera» y se justificó al decir que la exención de visa «está siendo explotada».
Dicho acuerdo de exención de visado permite la libre circulación de quienes se acojan a él entre los países signatarios siempre y cuando el propósito del viaje no supere una visita de un máximo de tres meses.
La medida se aplica en Suecia, Italia, Dinamarca, Islandia, Bélgica, España, Portugal, Rumanía, Países Bajos, Noruega, Alemania, Polonia, Eslovaquia, República Checa, Suiza, Liechtenstein, Luxemburgo, Malta, Suiza y Hungría.
hml