Las autoridades penitenciarias de ese país ignoran las dolencias de nuestros compatriotas y no le proporcionan tratamientos, alertó el organismo en un comunicado.
El texto se refirió en específico a la situación en las prisiones de Ramleh, Ascalón, Ramon, Ofer y Negev.
Ante esa situación, la comisión llamó a la comunidad internacional a prestar ayuda a los cientos de prisioneros palestinos que sufren por esa política de Tel Aviv.
El pasado mes, la entidad acusó al Servicio Penitenciario de Israel (IPS) de provocar una muerte lenta a los enfermos.
Los funcionarios del IPS simplemente entregan analgésicos independientemente de su dolencia y les dicen que beban más agua, subrayó entonces.
Según el Centro Palestino de Estudios sobre Prisioneros, de los 700 detenidos con problemas de salud en las prisiones israelíes unos 160 padecen enfermedades crónicas como cáncer, insuficiencia renal y cardíaca, atrofia muscular y obstrucción de las arterias y diabetes.
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