El animal murió con 35 años de edad, que equivalen a 105 años de los humanos, y dicha institución propuso realizar la eutanasia para evitarle mayor sufrimiento, precisó un comunicado oficial.
En las últimas tres semanas tuvo hipertensión arterial, dejó de comer alimentos sólidos y estuvo menos activo, por lo cual las autoridades del Ocean Park lo alejaron de la vista pública.
China obsequió a An An y a su compañera hembra Jia Jia a Hong Kong en 1999, pero esta última murió en 2016 con 38 años.
Para el gigante asiático ese animal es sagrado, lleva décadas con programas especiales para aumentar su población y los presta a muchos países como un gesto diplomático de buena voluntad.
jf/ymr