Largas filas de espera en las estaciones de servicio tanto de vehículos, como de personas con recipientes, forman parte del paisaje citadino y en otras ciudades cercanas.
Los operadores de esos establecimientos que aun tienen reservas decretaron el racionamiento y otras rehúsan servir a quienes portan esos recipientes para evitar la especulación. Entre los primeros efectos de la penuria de carburantes los consumidores notaron el aumento de los precios en el transporte colectivo de pasajeros y en algunos productos de consumo diario.
El criterio más extendido entre expertos locales es que las autoridades, a pesar de subsidiar los combustibles con alrededor de mil 200 millones de dólares al año, se verán obligadas en breve a decretar un aumento de los precios de los combustibles a riesgo de enfrentar protestas callejeras.
Otro factor en abono del alza de los precios y la eliminación del subsidio son las presiones del Fondo Monetario Internacional que demanda medidas de austeridad para autorizar la concesión de préstamos a este país africano.
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