Para el primer semestre del año el Banco Mundial (BM) predijo que se mantendría la tendencia al crecimiento del envío de dinero hacia los países Latinoaméricanos, pero ya advirtió que puede haber un riesgo de deterioro en los próximos meses.
En el caso de América Latina en la medida que la inflación y la recesión impidan que las personas puedan aumentar sus ingresos, debido al alto costo de la vida, habrá menos posibilidades para el envío de las remesas, según los expertos.
Por ejemplo, los inmigrantes en Estados Unidos envían dinero a menos personas, solo a familiares cercanos por los elevados precios de todos los productos básicos, aunque hasta el momento no se observa mucho deterioro.
Para el director de Western Union para México, Centroamérica y El Caribe, Pablo Porro, las remesas están frente a un escenario volátil e incierto, ya que para muchos analistas se vive en la antesala de una recesión económica a nivel global.
A pesar de que 2021 fue un año en el que las cifras de esos envíos monetarios hacia Latinoamérica rompieron récords y aumentaron hasta un 28,3 por ciento, como en el caso de Honduras, se mantiene el riesgo de reducción, precisó Porro.
De acuerdo con una encuesta realizada por la firma digital WorldRemit, siete de cada 10 emisores han realizado una reingeniería de sus gastos diarios para sostener los envíos de dinero a sus hogares de origen ante la escalada mundial de precios.
La firma, con sede en Londres, entrevistó a mil emisores de remesas internacionales en Estados Unidos, Reino Unido y Australia, de los cuales el 78 por ciento reconoció sentir el impacto directo del aumento del costo de vida que ha significado la inflación.
Solo en Estados Unidos, el índice de precios al consumo se disparó hasta un 8.6 por ciento anual en mayo pasado, la cifra más alta de los últimos 40 años, de acuerdo con datos de la Reserva Federal.
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