El ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi, llamó a practicar las normas y posturas recogidas en la declaración firmada en Phnom Penh en 2002 por representantes de Beijing y la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, para lidiar con las controversias en ese espacio marítimo. Planteó trabajar por convertir el mar Meridional en un lugar donde prevalezca la paz, la amistad y la cooperación, al abogar por rechazar en conjunto cualquier acción o pronunciamiento dirigido a exacerbar las tensiones.
Wang también indicó que el área no es un “parque safari” ni una “arena de pelea” donde se enfrentan las grandes potencias, condenó las demostraciones de fuerza en busca de hegemonía e insistió en apostar por los principios de respeto mutuo.
Urgió a profundizar la cooperación pragmática en la investigación científica, la protección medioambiental, manejo de recursos y las operaciones de búsqueda y rescate en el mar Meridional.
Entre otras cuestiones, convocó a promover las consultas de un código de conducta en ese espacio a fin de garantizar un respaldo institucional más fuerte cuando sea necesario procesar las disputas e implementar iniciativas de colaboración.
El canciller chino hizo estos planteamientos al intervenir en una reunión regional por el aniversario 20 de la firma de la declaración de Phnom Penh.
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