En su intervención en el Consejo de Seguridad, la alta representante de Naciones Unidas señaló que esa situación exacerba la desconfianza y socava una solución pacífica al conflicto.
Además, apuntó, hay una creciente sensación de desesperanza entre muchos palestinos que ven desvanecerse sus perspectivas de un estado independiente, soberano y de un futuro pacífico.
También muchos israelíes comprenden los peligros de continuar por el camino actual, consideró.
Hastings llamó a abordar las tensiones que se han ido acumulando, particularmente en Cisjordania ocupada, incluida Jerusalén Este, en medio de la actividad continua de los asentamientos y la violencia relacionada con los colonos israelíes.
Sin embargo, agregó, no hay sustituto para un proceso político legítimo, ese es la única forma de resolver los problemas centrales que impulsan el conflicto.
Mientras tanto, lamentó, la economía palestina se desmorona y está cada vez más restringida,
Por ello, la alta representante de la ONU recalcó que es esencial tomar medidas inmediatas para revertir las tendencias negativas y apoyar al pueblo palestino.
El desalojo y la demolición de propiedades palestinas continúan en diferentes áreas con la anuencia de las autoridades de Tel Aviv, que aprobaron recientemente nuevos planes de los colonos judíos para sus construcciones, consideradas ilegales por la ONU.
Recientemente, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, realizó una visita a Israel, Cisjordania y Arabia Saudita, en medio de numerosas protestas de los palestinos que denunciaban la parcialidad de Washington a favor del país ocupante.
Hace solo unos días, el gobierno palestino condenó la negativa israelí de volver a la mesa de negociaciones con el objetivo de buscar una solución al diferendo bilateral, basada en las normas internacionales.
Tel Aviv cerró la puerta a cualquier oportunidad de materializar el Estado palestino con Jerusalén Este como su capital y en las fronteras previas a la guerra de 1967, afirmó en un comunicado el Ministerio de Relaciones Exteriores y Expatriados de ese territorio árabe.
La cancillería denunció las numerosas órdenes de confiscación y demolición de viviendas e instalaciones palestinas en los territorios ocupados por parte de las autoridades israelíes.
Asimismo, rechazó los planes para ampliar las colonias judías en Cisjordania y Jerusalén Oriental, y alertó sobre el incremento de los ataques cometidos por el Ejército y los colonos contra la población civil palestina.
Ante esa situación, subrayó el texto, responsabilizamos de forma directa al gobierno de Tel Aviv por las consecuencias de tales actos.
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