Para esta jornada, el prelado tiene previsto reunirse en privado con la gobernadora general, Mary Simon, el primer ministro, Justin Trudeau, así como con líderes indígenas y otros dignatarios en la Citadelle de Quebec.
Luego recorrerá en su papamóvil las Llanuras de Abraham y participará en un evento público.
Durante su estancia en la provincia de Alberta, Su Santidad hizo una visita a la comunidad indígena de Maskwacis, al sur de Edmonton, la capital.
Allí, ante los supervivientes de las escuelas residenciales y los líderes de las primeras naciones, pidió disculpas por los abusos cometidos en estas instituciones, la mayoría de las cuales fueron dirigidas por la Iglesia Católica Romana.
Francisco también celebró una misa pública al aire libre ante más de 50 mil feligreses en el estadio de fútbol de Edmonton y se unió a una peregrinación en el lago Ste. Anne, un lugar de importancia espiritual para muchos católicos indígenas.
El Papa inició su periplo por territorio canadiense el domingo pasado, en una gira de seis días que constituye la primera visita papal al país en 20 años.
La agenda, que se extenderá hasta el 29 de julio, incluirá mañana una misa en el Santuario Nacional de Sainte Anne de Beaupré y conversaciones con autoridades religiosas en la Catedral de Notre Dame.
Para la última parte de su peregrinación antes de volar de regreso al Vaticano, el pontífice irá a Iqaluit, capital del territorio autónomo de Nunavut, donde sostendrá el viernes un encuentro privado con supervivientes de las escuelas residenciales.
Después asistirá a un acto público y gratuito de la comunidad, organizado por los líderes inuit frente a una escuela primaria local.
Desde mediados de 2021, los canadienses comenzaron a descubrir tumbas de niños indígenas en sitios que pertenecían exclusivamente a antiguos internados controlados por los católicos.
El mayor hallazgo ocurrió en la provincia Saskatchewan, donde se develaron 715 tumbas sin identificar, hecho que llevó a Trudeau a pedir disculpas y a exigir a la Iglesia asumir su responsabilidad.
Más de 150 mil niños de pueblos originarios canadienses fueron internados entre 1890 y 1997 en decenas de residencias escolares creadas por el Gobierno y administradas por órdenes religiosas, principalmente católicas, donde sufrieron abusos físicos, psicológicos y sexuales.
Una delegación de la Primeras Naciones viajó al Vaticano en abril de este año y se reunió con Francisco, quien entonces presentó la disculpa formal de la institución por ese vergonzoso pasado.
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