Esta jornada, Leyva Durán y Faria sostuvieron una cita en el estado venezolano de Táchira donde expresaron su voluntad de avanzar en una agenda de trabajo para la normalización gradual de las relaciones binacionales a partir del 7 de agosto, cuando asuma la presidencia, Gustavo Petro.
A partir de ese mismo día, ambas partes nombrarán a sus respectivos embajadores en Caracas y Bogotá, de acuerdo con lo planteado por los dos titulares.
Asimismo, manifestaron la necesidad de establecer una agenda de trabajo para revisar temas de interés binacional y garantizar la paz en la frontera común.
Los dos cancilleres coincidieron en que el diálogo es el camino correcto para el entendimiento mutuo y respaldaron el diálogo en favor de la construcción de caminos de paz, respeto y entendimiento mutuo, con pleno reconocimiento a sus capacidades complementarias.
Al término de la cita agradecieron la presencia del Representante Adjunto del Secretario General de la misión de verificación de Naciones Unidas en Colombia, Raúl Rosende, en esta primera e histórica reunión.
El pasado 19 de junio, tras el triunfo sin precedentes de las fuerzas alternativas y de izquierda en Colombia, Venezuela manifestó su voluntad de trabajar en la construcción de una renovada etapa de relaciones con esta nación que tienen históricos lazos desde sus orígenes y luchas por la independencia.
«El Gobierno bolivariano de Venezuela expresa la más firme voluntad de trabajar en la construcción de una renovada etapa de relaciones integrales por el bien común de la nación que compartimos amparadas en dos Repúblicas soberanas», subrayó Caracas ese día.
Asimismo, hizo votos por retomar los nexos bilaterales sobre la base de la solidaridad, la cooperación y la paz entre ambos países.
Durante su campaña electoral, Petro estuvo en el Norte de Santander y se reunió en Cúcuta con empresarios del calzado y la manufactura con quienes dialogó acerca de la urgencia de industrializar la frontera y mejorar las relaciones con Venezuela y de esa forma, enfrentar la crisis económica y comercial que vive la región.
«Industrializar Cúcuta a partir de abrir la frontera. Sin el mercado colombiano a un lado y venezolano al otro, que es por lo cual Cúcuta creció, no es posible la industrialización», enfatizó durante su viaje por esa región.
Subrayó que, si se logran abrir los dos mercados, millones de personas de ambos lados de una frontera de dos mil 219 kilómetros, se beneficiarían.
También planteó la necesidad de impulsar un proyecto de ferrocarril para la zona de frontera, cuyo objetivo es dinamizar la economía y el comercio.
«Reviviendo un proyecto que tenían los abuelos hechos, que es el ferrocarril de Norte de Santander, Táchira, hacia Maracaibo. Eso podría potenciar completamente la expansión industrial de Cúcuta y, por tanto, hacer de Cúcuta una de las ciudades más prosperas de Colombia», puntualizó.
Petro también manifestó a lo largo de su campaña electoral que retomaría las relaciones con el gobierno de la vecina nación, rotas desde 2019.
En febrero de 2019 el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció la decisión de romper relaciones políticas y diplomáticas con Colombia, al responsabilizar a la administración de Iván Duque de apoyar agresiones contra la nación bolivariana, en contubernio con Estados Unidos y la extrema derecha venezolana.
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