El sumo pontífice estuvo este jueves en la Basílica de Sainte Anne de Beaupré, en Quebec, donde miles esperaban otra disculpa por las amplias fallas de los líderes católicos canadienses en el sistema de escuelas internas.
Ante el escándalo del mal y ante el cuerpo de Cristo herido en la carne de nuestros hermanos indígenas, nos hemos sumergido en la amargura y sentimos el peso de la caída, expresó Fransico en su homilía en el templo más antiguo de América del Norte.
“¿Por qué sucedió todo esto? ¿Cómo pudo ocurrir algo así en la comunidad de los seguidores de Jesús?”, añadió el obispo de Roma.
Alrededor de las tres cuartas partes de los mil 400 asientos dentro de la basílica fueron ocupados por representantes de los pueblos indígenas, muchos de ellos sobrevivientes de los abusos en las escuelas residenciales, mientras otros miles vieron la misa fuera en pantallas gigantes.
En la jornada de hoy, el Santo Padre se reunió también en Quebec con los obispos, sacerdotes, consagrados y agentes de pastoral.
Durante el rezo con los religiosos en la catedral de Notre Dame de esa ciudad francófona, nuevamente pidió perdón por el mal causado a los pueblos originarios y por los abusos sexuales a menores, que catalogó como «crímenes que requieren acciones fuertes y una lucha irreversible».
Igualmente, aseveró que la comunidad cristiana no se debe dejar contaminar nunca más por la idea de que existe una cultura superior a otras ni es legítimo usar medios de coacción contra los demás.
El pasado lunes en una misa en Edmonton, el Pontífice pidió perdón por las responsabilidades de la Iglesia en los internados creados para los «procesos de asimilación» y en los que sufrieron todo tipo de abusos y miles de niños murieron por los maltratos y enfermedades.
Desde mediados de 2021, los canadienses comenzaron a descubrir tumbas de niños indígenas en sitios que pertenecían exclusivamente a antiguos centros controlados por los católicos.
El mayor hallazgo ocurrió en la provincia Saskatchewan, donde se develaron 715 tumbas sin identificar.
Más de 150 mil niños de pueblos originarios canadienses fueron internados entre 1890 y 1997 en decenas de esas residencias escolares, donde sufrieron abusos físicos, psicológicos y sexuales.
Una delegación de la Primeras Naciones viajó al Vaticano en abril de este año y se reunió con Francisco, quien entonces presentó la disculpa formal de la institución por ese vergonzoso pasado.
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