El sumo pontífice celebrará una misa este jueves en el santuario de Ste-Anne-de-Beaupre, al este de la ciudad, y luego asistirá a las vísperas con los líderes espirituales de la Iglesia en la Catedral-Basílica de Notre-Dame de Quebec.
Durante estos días reiteró su pedido de perdón. Ayer expresó su vergüenza y dolor por el papel que desempeñaron las instituciones católicas en el “deplorable sistema de escuelas residenciales” que intentó despojar a los indígenas de Canadá de su lengua, cultura y visión del mundo.
Desde la histórica Citadelle recordó que «en ese sistema deplorable, promovido por las autoridades gubernamentales de la época, que separó a muchos niños de sus familias, tuvieron parte diferentes instituciones católicas locales».
A su arribo a la ciudad de Quebec, el prelado sostuvo encuentros privados con la gobernadora Mary Simon y el primer ministro Justin Trudeau.
Simon señaló que la visita del Papa es un paso importante hacia un mayor diálogo y acciones que conduzcan a una verdadera reconciliación.
«De hecho, esperamos escuchar más acciones futuras de la Iglesia para continuar con este trabajo esencial», afirmó la primera gobernadora general indígena de Canadá al hablar en inglés, francés e inuktituk.
En la propia jornada, el máximo representante de la Iglesia Católica saludó a los fieles desde su papamóvil en las Llanuras de Abraham.
Entre los presentes en el lugar se encontraba también un grupo de manifestantes indígenas que caminaron 275 kilómetros desde el emplazamiento del antiguo internado de Pointe-Bleue, en la comunidad innu de Mashteuiatsh, en la región de Saguenay, en Quebec.
Pointe-Bleue fue la última de las escuelas financiadas por el gobierno federal y gestionadas por la iglesia que cerró en Quebec en 1991.
Desde mediados de 2021, los canadienses comenzaron a descubrir tumbas de niños indígenas en sitios que pertenecían exclusivamente a antiguos internados controlados por los católicos.
El mayor hallazgo ocurrió en la provincia Saskatchewan, donde se develaron 715 tumbas sin identificar.
Más de 150 mil niños de pueblos originarios canadienses fueron internados entre 1890 y 1997 en decenas de esas residencias escolares, donde sufrieron abusos físicos, psicológicos y sexuales.
Una delegación de la Primeras Naciones viajó al Vaticano en abril de este año y se reunió con Francisco, quien entonces presentó la disculpa formal de la institución por ese vergonzoso pasado.
Mañana, el Sumo Pontífice hará una breve escala en Iqaluit, capital del territorio autónomo de Nunavut, antes de regresar al Vaticano.
jha/dfm