La recepción tendrá lugar en el Palacio del Elíseo, donde los dirigentes encabezarán una cena de trabajo y las conversaciones, adelantó la Presidencia anfitriona en un comunicado.
Arabia Saudita representa un actor clave para Occidente en el actual escenario de aumento de los precios del petróleo y de desafíos económicos, disparados por el conflicto en Ucrania y las consecuencias en efecto bumerán de las sanciones impuestas a Rusia.
Macron y bin Salmán se reunieron en diciembre pasado en Yeda, pero entonces el tema en la agenda fue la estabilidad del Medio Oriente y la situación de Líbano.
El príncipe heredero del país petrolero visita Europa por primera vez desde la crisis generada por el asesinato en Estambul, Turquía, del periodista Jamal Khashoggi en 2018, un crítico de la corona saudita.
Occidente, y en particular Estados Unidos, tomaron distancia de Riad, que niega estar detrás del crimen, pero el panorama creado por el conflicto en Ucrania y el objetivo de reducir la dependencia energética de Rusia parecen llevar a un cambio de política.
A mediados de este mes, el presidente estadounidense, Joseph Biden, estuvo en Arabia Saudita durante una reunión del Consejo de Cooperación del Golfo, y aunque dijo no arrepentirse de sus declaraciones de tratar al reino como un Estado paria tras la muerte violenta de Khashoggi, analistas interpretaron una postura bien distinta.
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