Después de un periplo de seis días por el territorio canadiense, el pontífice partió hacia Roma desde Iqaluit, capital de Nunavut, a 300 kilómetros del círculo polar ártico, y antes de despedirse volvió a mostrar su «indignación y vergüenza» por «el mal que cometieron no pocos católicos».
Su santidad visitó en esa localidad de poco más de siete mil habitantes la escuela primaria de Nakasuk, donde se reunió en privado con algunos indígenas que estudiaron en los antiguos internados y fueron sometidos a abusos y a un proceso de asimilación forzosa a la cultura occidental.
Al igual que hoy, en los últimos días, Francisco pidió repetidamente perdón por “esas heridas todavía frescas y dolorosas”.
Los residentes en Iqaluit lo acogieron con música tradicional en un acto público organizado por la comunidad inuit.
Francisco llamó a recorrer juntos un camino de sanación y de reconciliación que ayude a dar luz sobre lo sucedido y a superar ese “pasado oscuro”.
He venido como peregrino, con mis limitadas posibilidades físicas, para dar nuevos pasos adelante con ustedes y para ustedes; para que se prosiga en la búsqueda de la verdad en la promoción de caminos de sanación y reconciliación, expresó el obispo de Roma.
Una vez que el Papa se disculpó, debemos encontrar nosotros una manera de avanzar, dijo a la cadena CBC Mary Ajaaq Anowtalik, una anciana de 84 años.
Más temprano este viernes, en Quebec, el Papa habló ante indígenas y manifestó que volvía «a casa muy enriquecido» y que dijo que se siente ahora también parte de la familia de los pueblos originarios canadienses.
Desde mediados de 2021, comenzaron a descubrir en Canadá tumbas de niños indígenas en sitios que pertenecían exclusivamente a antiguos centros controlados por los católicos.
El mayor hallazgo ocurrió en la provincia Saskatchewan, donde se develaron 715 tumbas sin identificar.
Más de 150 mil niños de pueblos originarios canadienses fueron internados entre 1890 y 1997 en decenas de esas residencias escolares, donde sufrieron abusos físicos, psicológicos y sexuales.
Al iniciar su visita a Canadá el lunes pasado, el Papa pidió públicamente disculpas por esos abusos, aunque algunos consideran que ese fue apenas el comienzo de un proceso de sanación y reconciliación.
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