En declaraciones divulgadas en los sitios digitales de Il Sussidiario, Open y de otras publicaciones, Gabrielli señaló que “no hubo actividades destinadas a favorecer la caída del gobierno de Draghi por este diálogo”, entre un diplomático ruso y un miembro de La Liga. Calificó de infundadas las acusaciones de injerencia en una conversación, a fines de mayo, entre Antonio Capuano, asesor Matteo Salvini, líder de ese partido y Oleg Kostyukov, funcionario de la embajada rusa, “hasta donde saben los servicios secretos italianos”.
El diario La Stampa afirmó el jueves último que en ese diálogo Rusia presionó a la Liga para derrocar al Gobierno de Draghi y atribuyó el dato a «fuentes de inteligencia».
En declaraciones a la emisora Radio 24, Salvini calificó de “tonterías” las denuncias formuladas por ese matutino en un artículo titulado Sombras rusas detrás de la crisis.
El presidente del Partido Democrático, Enrique Letta, expresó por su parte que “los lazos entre Salvini y la Rusia de Putin son inquietantes, la campaña electoral comienza de la peor manera”.
Sin embargo, Gabrielli aclaró que «no es una información atribuible a la inteligencia italiana” esa acusación que afecta a La Liga, que junto a Forza Italia y Hermanos de Italia integra una alianza de derecha, favorita para triunfar en los comicios del 25 de septiembre.
El delegado para la Seguridad expresó que «si se trata de que el senador Salvini aclare sus posiciones con respecto a la Federación Rusa, no hay necesidad de evocar tales cosas”.
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