Según el documento, los atacantes tomaron los autos de las víctimas y quemaron a otros con sus animales en el área de Tevolat en la comuna rural de Askari, en la región de Ménaka, agrega el texto.
La comunidad Idaksahak también hizo un llamado a las autoridades, a los firmantes del acuerdo de Paz y Reconciliación resultante del proceso de Argel, y a las organizaciones de defensa de los derechos humanos a tomar las medidas necesarias para poner fin a estos crímenes pandilleros y llevar a los perpetradores a la justicia.
Desde el 3 de marzo, la región de Ménaka se enfrenta a ataques terroristas atribuidos a hombres armados pertenecientes al Estado Islámico en el Gran Sahara.
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