Shen Jinke, vocero del comando aéreo, dijo en rueda de prensa que las operaciones en esa zona tuvieron lugar hace unas horas, incluyeron el patrullaje con distintos tipos de naves y además hubo más ejercicios en el mar Meridional “para fortalecer la capacidad de lidiar con cualquier amenaza”.
Según acotó, es un “deber sagrado de cualquier piloto del EPL defender al suelo patrio”.
Aparte de las declaraciones de Shen, la televisión local reveló un video con el lanzamiento del misil hipersónico DF-17, casi imposible de interceptar, capaz de impactar blancos en movimiento y considerado clave para las incursiones militares del país.
Otros audiovisuales circulados en las redes sociales también mostraron momentos de las prácticas a fuego vivo en el espacio aéreo de Taiwán.
China el viernes inició maniobras en el mar Meridional y este sábado frente a Taiwán en medio de fuertes tensiones con Estados Unidos por la posible visita a Taipéi de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
Beijing en los últimos días reiteró la oposición al viaje de la política norteamericana y a todo tipo de intercambio oficial con la isla, mientras subrayó que procederá con acciones decisivas para proteger la soberanía nacional y la integridad territorial.
En tanto, los militares de Estados Unidos dijeron que redoblarán las operaciones, el despliegue de personal, la presencia de equipos y vehículos de guerra en la región de Asia-Pacífico, ante temores de un posible ataque de China al avión de la legisladora.
Pelosi sería la funcionaria de más alto rango que viaja a Taiwán desde 1997 y el Pentágono prevé medidas adicionales de protección porque teme que cualquier incidente o malentendido ponga en riesgo su seguridad.
En ese contexto, analistas locales indicaron que si insiste, el EPL reaccionaría con el envío de cazas a interceptar su avión, declararía zonas aéreas y marítimas de restricción alrededor del territorio sureño, desplegaría misiles frente a sus costas e iniciaría simulacros de guerra.
Las prácticas abarcarían el espacio que separa a Taiwán de Japón y con Guam, incorporarían armamentos electrónicos, cohetes de largo alcance, aterrizaje anfibio e incluirían un cerco al paso de tropas extranjeras.
También se baraja la salida del embajador chino en Washington y sanciones a quienes visiten Taipéi, junto a la previsión de un impacto devastador para la paz y la economía regional.
Wu Yongping, una voz reconocida de la universidad de Tsinghua, afirmó que incluso el gigante asiático aplicaría contramedidas integrales en lo militar, diplomático, económico y en la opinión pública, mientras la situación podría desencadenar la reunificación de la isla sureña.
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