Después de tantas idas y venidas en busca de un plantel de acogida en el cual jugar hasta el Campeonato Mundial como integrante de la selección charrúa, en noviembre próximo, finalmente el conjunto tricolor de origen le abrió los brazos.
Sin recibir o avenirse a propuestas en Europa, donde en algunos de cuyos clubes élites militó y ganó campeonatos y gestionó permanecer, el eventual regreso del lesionado jugador a las canchas uruguayas generó durante semanas atrás expectativas que trascendieron a las propias hinchadas.
Desde temprano en la mañana dominical, fervientes seguidores siguieron la trayectoria de Suárez desde su arribo al aeropuerto internacional Carrasco, y seguidamente el recorrido en vehículo a lo largo de avenidas capitalina hasta el Gran Parque Central.
Una vez en el estadio, Suárez firmó el contrato con el club y fue recibido por figuras políticas de diversos sectores y en improvisado discurso manifestó aspiraciones de pelear por todos los torneos por delante, el Clausura, la Copa Uruguaya, a Sudamericana y eventualmente la Copa Libertadores.
Suárez, con 35 años cumplidos, se desempeñará por úiltimo vez como integrante de la selección celeste en un Campeonato Mundial de Futbol, esta vez en Catar.
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