Días atrás el presidente Luis Lacalle, del Partido Nacional, gestionó un indispensable consenso entre los partidos derechistas de la coalición electoral en el poder, Colorado, Cabildo Abierto, Independiente y de la Gente.
Sin embargo, el texto propuesto por una Comisión Especial de expertos para que el gobierno presente al Parlamento nunca contó con los votos representativos del FA, la central sindical Pit-Cnt y la gremial de jubilados y pensionados.
Pese a ello el mandatario entregó personalmente el borrador legislativo al presidente de la fuerza de izquierda, Fernando Pereira, en la sede central de la formación política.
En una consideración preliminar ante la prensa, el dirigente opositor se preguntó si es un proyecto de todo el Gobierno o del presidente y el primer caso, interesa escuchar las voces sociales como las de la central sindical, las cámaras empresariales y jubilados “que están vinculados a la seguridad, el tema de la reforma y su contenido”.
Pereira reiteró el criterio de garantizar en el futuro la “sustentabilidad financiera a la seguridad social, pero también se debe generar sustentabilidad social al bienestar de nuestro compatriotas, sobre todo a aquellas personas que van rumbo a jubilarse”.
Anunció que el FA estudiará el anteproyecto con mucha rigurosidad y sensatez con 25 técnicos, a partir de una serie de constataciones en la comisión de expertos sobre como procesar la reforma de la privilegiada caja militar y como tratar a la mayoría de los trabajadores.
La reforma de seguridad social uruguaya al debate plantea llevar la edad de jubilación hasta los 65 años, en ejecución gradual a partir de los nacidos en 1967, pero no aplicará para trabajadores rurales y de la construcción.
Los cambios a largo plazo implican que dentro de 20 años (de ser aprobada) habrá una solo caja de jubilaciones y se eliminarán todos los sus sistemas que existen en la actualidad.
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