La iniciativa, que presentó junto a la organización benéfica para la infancia Theirworld y otras entidades afines, insta a los líderes mundiales a escuchar las voces de los jóvenes y a poner en marcha los planes y la financiación necesarios para proporcionar un aprendizaje de calidad para los niños.
«En todo el mundo, la educación está en crisis», advirtió el secretario general António Guterres, quien señaló que la dificultad en las aulas era «de combustión lenta y a menudo invisible», pero con «profundas consecuencias para los individuos, las sociedades y nuestro futuro colectivo».
El jefe de la ONU dijo que la campaña tiene como propósito «asegurarse de que los líderes mundiales que asistan a la cumbre presten atención a las voces y opiniones de los alumnos”.
Las diversas experiencias y puntos de vista de los jóvenes y de los estudiantes a lo largo de toda la vida de todo el mundo se incorporarán a los debates, las decisiones y los resultados de la próxima cita, apuntó.
Tras los trastornos causados por la pandemia, cientos de millones de niños y jóvenes siguen sin ir a la escuela y muchos de los que asisten no aprenden las habilidades básicas que necesitan, indicó el organismo multilateral.
El 19 de septiembre se celebrará la Cumbre para la Transformación de la Educación (TES) durante la 77 Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, según la propuesta de Guterres.
Los líderes a nivel global decidirán qué medidas tomar para cumplir el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 de las Naciones Unidas (educación de calidad).
Gordon Brown, enviado especial de las Naciones Unidas para la Educación, describió la venidera reunión como el momento de una COP26 en este sector.
Será –enfatizó- «una última oportunidad de actuar para evitar una catástrofe educativa para una generación de jóvenes directamente afectados por la pandemia, la crisis climática, los conflictos y muchos otros desafíos».
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