Tras amenazar con intervenir como jefe castrense si la situación se deteriora aún más en este territorio, el general Daglo, conocido como Hametti, expresó que como agravantes Jartum sufre los efectos del cese de la asistencia internacional, consistente en unos dos mil millones de dólares anualmente.
El segundo máximo representante del Ejército, también señaló que, de acuerdo con la organización cívica, Comité de Médicos de Sudán, elevó las tensiones sociales la muerte violenta de 116 manifestantes por la represión de las fuerzas de seguridad, la cual aumentó desde hace nueve meses.
Hametti, quien no descartó el apoyo de cualquier líder civil en las elecciones presidenciales previstas para el 23 de julio del próximo año, expresó que constituyó un error de la actual junta castrense poner bajo arresto domiciliario al primer ministro del gobierno transitorio Abdallah Hamdok.
A raíz de la mencionada asonada de octubre de 2021, Hamdok, apartado del cargo, fue restituido pocos días después. Sin embargo, el jefe de Gabinete dimitió en enero de este año, en medio de manifestaciones en que los inconformes exigían el regreso de los militares a los cuarteles.
Sudán, donde existe un gobierno de transición integrado por uniformados, vive un período de acentuada crisis política desde abril de 2019, en que fue apartado del poder por el estamento militar el entonces presidente Omar Hassán al-Bashir, al calor de protestas sociales.
La gobernante Junta militar en este país del norte de África, la encabeza el líder golpista Abdel Fattah al Burhan, rechazado por amplios sectores sociales, aglutinados en la opositora Fuerzas por la Libertad y el Cambio y Comités de Resistencia Cívica.
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