Las ganancias de ocho mil 450 millones de dólares obtenidas entre abril y junio son las más altas registradas por la transnacional antiguamente conocida como British Petroleum en los últimos 14 años, y superó las expectativas de los analistas.
En el primer trimestre del año, la empresa con sede en Londres reportó pérdidas por más de 24 mil millones de dólares tras su decisión de retirar el 20 por ciento de sus acciones en la compañía rusa Rosnef, en represalia por la guerra en Ucrania.
El conflicto militar entre Moscú y Kiev disparó, sin embargo, los precios globales del petróleo y del gas, para beneplácito no solo de BP, sino de otras multinacionales del sector como Shell, Exxon Mobile y Chevron, que también registraron beneficios escandalosos en el segundo trimestre.
La noticia sobre las ganancias netas de BP fue recibida con indignación en algunos sectores de la población británica que desde abril pasado pagan un 54 por ciento más por su factura de electricidad y gas, mientras se anunció un nuevo aumento a partir de octubre.
La ironía del informe sobre los beneficios de BP es que esta mañana mi proveedor de electricidad me informó que los precios de la calefacción subirán desde septiembre, comentó un usuario de la red social Twitter que se identifica como Lau Ciocan.
Otro nombrado Adie Richards señaló que mientras la gente sufre por la crisis del costo de la vida, la petrolera ganó en el segundo trimestre del año alrededor 90 millones de dólares diarios.
El informe de BP también revivió los llamados al gobierno conservador británico para que imponga un impuesto único sobre las ganancias a las empresas petroleras y gasíferas que operan en el Mar del Norte.
El Partido Laborista lleva meses exigiendo un gravamen para esas compañías que ayude a bajar las tarifas, pero cuando los Tories (Conservadores) finalmente aceptaron, lo que hicieron fue devolverle miles de millones de libras a los productores en exenciones, aseguró la diputada y ministra de Hacienda en el llamado gabinete a la sombra (opositor), Rachel Reeve.
En mayo pasado, el Ejecutivo encabezado por el ahora dimitente y primer ministro interino, Boris Johnson, anunció que las petroleras pagarían un 25 por ciento más por sus ganancias para ayudar a los hogares a pagar el incremento de la factura energética.
Sin embargo, la medida no fue presentada hasta julio y el nuevo impuesto no aplica para las obtenidas en el segundo trimestre.
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