Las ejecuciones de Ko Jimmy, Phyo Zeya Thaw, Hla Myo Aung y Aung Thura Zaw, salieron a la luz el pasado 25 de julio y provocaron numerosas críticas a nivel nacional e internacional.
El hecho propició que los presos políticos en la prisión birmana realizaran también una huelga de silencio en solidaridad a los cuatro ejecutados, según recogió el diario The Irrawaddy.
Además pidieron a la población condenar los atroces crímenes de la junta contra civiles.
Según datos de la Asociación de Asistencia para los Presos Políticos (AAPP), 119 activistas contrarios a la junta militar en Myanmar fueron condenados a muerte en el último años.
Analistas políticos internacionales consideran que si bien estas fueron las primeras ejecuciones en el país en las últimas tres décadas,es posible que continúen este tipo de castigos.
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